Cómo llegar y qué ver en el Museo de Pablo Neruda en Isla Negra
Si eres amante de la poesía, los paisajes y las historias que conectan la vida con el arte, aquí te contaré sobre mi experiencia en el Museo de Pablo Neruda en Isla Negra. Este lugar es mucho más que una casa museo: es un espacio lleno de cosas que el poeta guardó como tesoros. A continuación, te cuento todo lo que necesitas saber para llegar y disfrutar al máximo de tu experiencia.
Cómo llegar y qué ver en el Museo de Pablo Neruda en Isla Negra
¿Cómo llegar a Isla Negra?
Isla Negra está ubicada a unos 110 km al oeste de Santiago. Para llegar desde Santiago existen estas opciones.
- En autobús: Puedes tomar un bus en el Terminal San Borja o en el Terminal Alameda. Empresas como Pullman y TurBus tienen servicios hacia Algarrobo, El Quisco o El Tabo, que te dejarán a pocos minutos de Isla Negra. El trayecto dura alrededor de 2 horas y media, dependiendo del tráfico y la ruta.
- En auto: Si prefieres manejar, solo sigue la Ruta 68 hasta llegar a Casablanca. Desde allí, toma el desvío hacia Algarrobo y sigue las señales hacia Isla Negra. Es un recorrido sencillo y pintoresco, donde podrás disfrutar de viñedos y vistas del campo chileno antes de llegar a la costa.
- En tour organizado: Si quieres olvidarte de la logística, también hay tours desde Santiago que incluyen transporte y entradas al museo. Esta opción es ideal si no conoces bien la zona o prefieres una experiencia más guiada.
También, si estás de paso por Valparaíso o Viña del Mar, puedes llegar hasta Isla Negra, tomando un bus de la línea Pullman Lago Peñuelas desde el Terminal de Valparaíso (desde Viña del Mar no hay buses). El recorrido es de alrededor de 1 hora y media aproximadamente dependiendo del tráfico.
Historia de la Casa Museo
La historia de esta casa se remonta a 1937 cuando el poeta buscaba un refugio después de su larga estancia como diplomático en el extranjero. En un recorrido por la costa junto a Eladio Sobrino, un marino español radicado en Chile, quien vendió en 1938 a Neruda un sitio con una cabaña de piedra.
Anteriormente, el sector donde se encontraba la cabaña se llamaba Las Gaviotas pero fue rebautizado por el poeta como Isla Negra.
Con el paso del tiempo la casa fue ampliándose. En 1943 Neruda, encargó al arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias una serie de ampliaciones y luego en 1965 el arquitecto y amigo de Neruda, Sergio Soza proyectó otras nuevas, siendo la más curiosa la del techo de zinc, para escuchar el canto de la lluvia y evocar su niñez, en el lluvioso sur de Chile.
Qué ver en la Casa Museo
El museo fue la casa favorita del poeta, era su refugio de inspiración y fue el lugar donde pasó sus últimos momentos de vida. También es un lugar muy especial, dado que alberga la tumba del poeta junto a la que sería su gran amor y musa de inspiración Matilde Urrutia.
Esta es una de las tres residencias que tenía el poeta junto con la Casa Museo La Chascona (Santiago) y la Casa Museo La Sebastiana (Valparaíso) que también se puedes visitar.
La casa va contando diferentes etapas en la vida de Neruda. Al principio de la visita te encuentras en el patio de la casa con una vieja locomotora en recuerdo a su niñez en la ciudad de Temuco, donde su padre trabajó como obrero ferroviario.
La colección de objetos
Al entrar al interior de la casa, ya te sorprende la cantidad de objetos vinculados con el mar y con su niñez. Neruda tenía una especie de mal de diógenes por así decirlo y fue acumulando cosas únicas como mascarones de proa, botellas de vidrio, conchas marinas enormes y pequeñas, mariposas, insectos, esculturas, un Kava Kava traído Rapa Nui, instrumentos musicales y mapas antiguos, entre otros objetos.
El diseño de la casa
Cuando entras a la casa, pareciera que por momentos estuvieras dentro de un barco, con pasillos estrechos, techos bajos y ventanas que dan hacia el océano Pacífico. Según el poeta «El Océano Pacífico / se salía del mapa. / No había dónde ponerlo / Era tan grande, desordenado / y azul que no cabía en ninguna parte. / por eso lo dejaron frente a mi ventana.»
El campanario y un pez de hierro
Cada vez que regresaba de sus viajes Neruda hacía sonar este campanario para que sus vecinos supieran. Este se encuentra en el patio que da hacia el océano al igual que la escultura de pez de hierro que luego la Fundación Pablo Neruda adoptó como logo.
El jardín y la tumba
Este es uno de los lugares más especiales de la visita y donde culmina. La última voluntad de Neruda era que sus restos descansaran en esta casa y fue así como en 1992, 40 años después de su muerte fue sepultado junto a su gran amor y su última esposa, Matilde Urrutia. Es un lugar con una vista preciosa al océano y donde el sonido de las olas del mar te relaja completamente. Sin duda alguna, es la mejor parte de la casa.
Consejos para tu visita
- Llega con antelación al horario de visita deseado: salvo que vayas con un grupo numeroso no te será posible reservar con antelación tus entradas, dado que se venden directamente en la taquilla del museo y suele haber cola para comprarlas, por lo cual te recomiendo llegar con antelación para reservar tu visita. En la taquilla aceptan efectivo y también pago con tarjeta.
- Horarios y precios:
- Horario de verano (Enero-Febrero): 10:00 a 19:00 horas / 10:00 a.m. – 7:00 p.m
- Entrada general: $9500.- CLP / Entrada rebajada: $3500.- CLP (estudiantes y adulto mayor chileno, desde los 60 años, deben exhibir cédula de identidad).
- Más información en su web oficial: https://fundacionneruda.org/informaciones/
- Haz la visita guiada: En la entrada del museo te facilitarán un audioguía que se encuentra en diferentes idiomas (español, inglés, portugues, francés, alemán, italiano). Te recomiendo que la cojas porque es la mejor forma de entender el significado de cada rincón de la casa. Los guías hablan además sobre anécdotas y detalles que no encontrarás en los folletos.
- Visita los alrededores: Isla Negra tiene un encanto especial más allá del museo. Hay locales de comida típica y tiendas de artesanía que valen la pena visitar. También puedes aprovechar de recorrer algún sitio cercano como Algarrobo o Pomaire. Si eres un amante de los vinos, puedes aprovechar de pasar por Casablanca y hacer un tour en alguno de sus viñedos. Aquí te dejo algunas ideas:
¿Qué te ha parecido esta casa Museo del poeta chileno Pablo Neruda? ¿la visitarías en tu próximo viaje a Chile? te leemos en los comentarios.
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